Fonoescena 16: Hollywood «inventa» el cine

26 Jul Fonoescena 16: Hollywood «inventa» el cine

 

Tal como comentamos en una entrada anterior, cuando Thomas Edison provoca la conocida como «la guerra de las patentes», al pretender cobrar por el uso del cinematógrafo, a través de la recién creada Motion Pictures Patents Company, muchos de los productores independientes decidieron no acatar esas duras condiciones y crearon sus propias organizaciones para tratar de abrirse paso en el mercado.
Estos productores pronto comenzaron a alejarse de las ciudades del este para evitar a los detectives y abogados de la Motion, hasta llegar a la ciudad de Los Angeles y establecerse en la zona conocida como Hollywood, en la que, además, se beneficiaron de la buena climatología y de la propia dinámica que genera la concentración empresarial.


Allí se fundaron las ocho productoras que prácticamente decidirán los destinos del cine mundial durante muchas, muchas décadas. La historia las clasifica en dos grupos, atendiendo a su capacidad financiera y de producción en esos momentos, ya que esta «calificación» fluctuará a lo largo de la historia del cine. Cinco conocidas como las «Majors» y las tres restantes como las «Minors».
Las cinco grandes conocidas como Majors son: la Warner, creada por los cuatro hermanos Warner en 1904, inicialmente con otro nombre y ya como Warner Bross a partir de 1923; la Paramount, creada por el húngaro Adolph Zukor en 1912; la 20th Century Fox, creada por William Fox en 1915, aunque en un primer momento se llamó Fox Film Corporation; la Metro-Goldwyn-Mayer, Richard A. Rowland fundó la Metro Pictures Corporation en 1915, Samuel Goldwyn fundó la Goldwyn Pictures en 1917, Louis B. Mayer fundó la Louis B. Mayer Pictures en 1918 y Marcus Loew las fusionaría en 1924; y la RKO (Radio-Keith-Orpheum), fundada en 1928 por Joseph P. Kennedy, padre del posterior presidente Kennedy, a partir de la fusión de sus propios estudios, que estaban controlados por Radio Corporation of America, con el circuito de teatros de Keith-Albee-Orpheum.


Las tres marcas conocidas como las Minors son: la Universal, fundada en 1912 por el alemán Carl Laemme; la Columbia, fundada en 1919, como CBC Film Sales Corporation, por Harry Cohn, Jack Cohn y Joe Brandt, cuya parte fue posteriormente comprada por los hermanos Cohn, que rebautizaron el estudio como Columbia Pictures Corporation; y la United Artists, fundada en 1919 por cuatro grandes de Hollywood, Charles Chaplin, Douglas Fairbanks, Mary Pickford y David Wark Griffith, con la intención de controlar sus propios intereses en lugar de depender de los estudios.


Todas ellas comienzan a funcionar dentro del conocido como «sistema de estudios» (studio system), un modelo de producción, hoy completamente desaparecido, que estaba basado en tres conceptos:
1. Estudios propios: Las películas se realizaban dentro de las propias instalaciones de la marca y por el personal que tenía en nómina cada productora, tanto la parte técnica como la artística.
2. Géneros: Aunque producían películas de todos los géneros, cada productora tenía su especialidad, lo que le permitía producir con menos costes dentro de ese género concreto.
3. Estrellas: El conocido como «star system», basado en la contratación de actores en exclusividad, a largo plazo y con un control sobre la vida privada de sus estrellas para que el público identificara / confundiera el actor y el personaje (Buster Keaton, por ejemplo, tenía prohibido por contrato sonreír en público).


En entradas anteriores, hemos ido repasando las diversas aportaciones que fueron haciendo las diferentes cinematografías en la creación del lenguaje y la industria cinematográfica. El Hollywood de los primeros tiempos, entre 1907 y 1920, realiza tres contribuciones de tal trascendencia que, prácticamente, le convierten en el creador del cine tal como lo conocemos:
1. El propio modelo empresarial que acabamos de describir.
2. La consideración del cine como un espectáculo destinado a las clases populares y cuyo objetivo era, por lo tanto, obtener la aceptación popular, o lo que es lo mismo, sacar un buen rendimiento en taquilla.
3. Como consecuencia del punto anterior, este primer cine establece una serie de emociones básicas del espectador que se van a quedar para siempre en la ficción cinematográfica: La acción y los peligros. Las lágrimas. El sexo. La risa.
En sucesivas entradas iremos desarrollando cada una de estas «emociones» de la pantalla.

Tags:
No hay comentarios

Publica un comentario