Tertulia en La Lluna

25 Feb Tertulia en La Lluna

Desde hace veinticinco años, Alfred Ramos, al que conozco desde hace más tiempo, mantiene con vida una tertulia en su pueblo de Picanya. Todos los últimos jueves de cada mes, a las nueve de la noche y en un local con encanto que está situado a la entrada del pueblo y luce como nombre El Moma. Primero una cena informal y luego el invitado, que cada mes se ha gestionado el bueno de Alfred, inicia el coloquio con una introducción sobre el tema que trae consigo.

En torno a veinte personas, amigos de esas noches y de tantas otras cosas de la vida social y cultural de su pueblo, participan cada mes en esta iniciativa que recupera uno de los formatos de animación cultural con más solera en la historia de la humanidad y que, como tantas otras buenas costumbres, atraviesa horas bajas en una sociedad que parece desconfiar de las bondades del tejido asociativo a ras de piel y parece preferir el aliento aséptico de las redes sociales. Como si el contacto físico pudiera contaminarnos, como si se pudiera hacer algo realmente interesante sin contaminarse…

El pasado jueves fui el invitado a esta tertulia para hablar de los muchos años que he vivido al lado del cine en Valencia. Hablamos del cine independiente valenciano de los años setenta, de la experiencia de los cines clubs de la transición, de Cartelera Turia, del cine valenciano que nunca, o casi nunca, existió… En definitiva, de esa generación a la que pertenezco que quiso vivir del cine con las únicas armas del autodidacta y que a duras penas ha logrado sobrevivir en las fronteras del audiovisual…

Una noche estupenda compartida con gente a la que no conocía hasta ese momento pero que hubiera querido conocer desde siempre. Bueno, con algunas excepciones respecto al primer enunciado, pues allí me encontré con uno de mis amigos virtuales del Facebook al que finalmente pude estrecharle la mano y mirarle a los ojos, y con un par de antiguos compañeros de fatigas en las movidas de aquellos años, uno del cine independiente y el otro del movimiento sindical… Y es que tantos años andando por el mundo con la mirada atenta acaba dejando por el camino a muchos compañeros que seguro volverás a encontrar en cualquier recodo del trayecto siempre que ambos continuéis andando por la misma senda que decidisteis en vuestra juventud.

Fotos: Inma Fernández.