Cita con la eternidad: Historia de una novela

04 May Cita con la eternidad: Historia de una novela

 

«Cita con la eternidad» es mi primera novela, pero sería incapaz de situar en el tiempo cuando comencé a pensar en ella, incluso cuando empecé a escribirla o en qué momento redacté la última línea. Puede que, como se trata de una historia en la que el tiempo juega un papel fundamental, este no se deje atrapar en esa línea recta que siempre definen un principio y un final.

Lo que sí que recuerdo es el primer fogonazo que la iluminó. Sucedió en una de las grandes plazas de mi ciudad, Valencia, aunque ninguna de ellas es ni la mitad de extensa que después lo sería la protagonista de la novela. Pensé qué sucedería si, en ese momento, aparecía un cadáver donde antes no había nada. Y luego otro y otro y otro… Así de repente, de la nada. Ahí tenía una historia, solo tenía que hallar una explicación para estos hechos inexplicables, pero de esto trata el oficio de escribir, de penetrar en lo inexplicable.


Tampoco recuerdo con exactitud a cuantas puertas llamé, a cuantas editoriales envié el manuscrito sin ningún resultado. Lo que sí que recuerdo es que entonces conocí a un librero que recién acababa de dejar de serlo, Luis Andrés, de la librería La Máscara, de Valencia, y que con el tiempo se convertiría en uno de mis mejores amigos. Él me facilitó una lista con unas editoriales, muy pocas, que se podían ajustar a mi novela y una de ellas la publicó: rdeditores, una marca ubicada en Sevilla. Era el año 2008.


Desgraciadamente, esta editorial tuvo que cerrar al cabo de un tiempo y la novela, que había gozado de esa mínima difusión asociada a la obra de un desconocido y a una editorial modesta, se quedó en el limbo. Ahora, más de diez años después, la he revisado meticulosamente y me he sorprendido de la vigencia de muchas de sus propuestas argumentales. Unos tristes hechos y unos miserables odios que seguro ya se encontraban presentes en aquellos momentos y no son fruto de ninguna capacidad de anticipación. Una vez efectuados una serie de ajustes, fundamentalmente una distribución más amplia en capítulos, la he publicado a través de Amazon, de momento únicamente en versión de libro electrónico. La novela, mi primera historia, volvía a existir…


En una gran plaza de una gran ciudad europea de nuestro tiempo están apareciendo cadáveres sin que nadie pueda identificar su procedencia. No solo carecen de identidad, parece que no hubieran existido nunca, sino que además surgen de repente ante los aterrorizados transeúntes de la plaza. Donde hace unos segundos no había nada, ahora yace un cadáver. Estos cadáveres tienen dos cosas en común: todos son de una etnia distinta a la europea y todos tienen el terror grabado en su mirada, como si poco antes de morir hubieran visto algo todavía más terrible que su propia muerte.
Un comisario al borde la jubilación, que sabe que esta será su última cacería, se encarga de la investigación, pero aquello no parece suceder en la realidad sino en la ficción. Por ello se ve obligado a solicitar la ayuda de un detective de novela, cuyo pasado, cuya identidad, se reduce a los casos en que ha intervenido en una docena de novelas escritas por un autor que ya ha muerto hace tiempo. A ellos se les une una psicóloga que está sola para siempre porque se ha enamorado de alguien al que no ha visto nunca, ya que es un hombre que solo vive en las páginas de los libros. Lo que ninguno de ellos sabe es que esa investigación les va a conducir hasta las puertas de la eternidad.

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