Tres estrenos en las salas de las restricciones

02 Mar Tres estrenos en las salas de las restricciones

Todavía no conocemos con exactitud las consecuencias que todas esas restricciones que la pandemia ha impuesto a las salas cinematográficas van a tener sobre el sector y no me refiero, solamente, a cuántas salas no van a volver a abrir tras este cierre temporal, sino también al alcance y persistencia de ese obligado cambio que han sufrido nuestros hábitos de consumo del audiovisual. Todo esto ya lo veremos, pero lo que es seguro es que la dinámica de estrenos se ha resentido profundamente y muchas películas no se han estrenado —se han quedado en un limbo al que va a ser muy difícil dar salida en salas— y otras se han estrenado en malas condiciones. Pero eso no significa que no hayan llegado a nuestras pantallas películas interesantes, por más que casi todas ellas se hayan diluido en el anonimato de las restricciones impuestas por la pandemia. En la entrada anterior de este blog dábamos cuenta de una de ellas, «News of the world», y hoy vamos a dejar breve reseña de otras tres buenas películas.

«Nuevo orden» (Michel Franco, 2020) es un relato brutal y trepidante, con una puesta en escena directa y sin estridencias, que, mediante una deformación distópica (que, bien pensado, es menos distópica de lo que parece), pretende proporcionarnos una mirada sobre el actual sistema social, político y económico mexicano, prácticamente un estado disuelto en casi todas sus instancias. A pesar de que esos relatos en los que los intereses del estado son capaces de acabar con cualquier persona con total impunidad siempre me dejan la sospecha de lo conspiranoico, en este caso me ha chirriado bastante menos y es que, probablemente, las cosas en México anden cerca del espanto que nos recrea la película.

En «Saint Maud» (Rose Glass, 2019) la puesta en escena es algo más alambicada, aunque creo que esos planteamientos narrativos se ajustan a las propias exigencias del relato. Se trata de un descarnado descenso, en clave de terror psicológico, a los abismos del fanatismo religioso (católico en este caso), siempre desde un plano exclusivamente individual y no social, que funciona con tremenda eficacia al elegir el punto de vista de la protagonista y, de este modo, poder escenificar, incluso dentro de los recursos del género, esos «tripis» que proporciona el misticismo extremo.

Finalmente, ese problemático punto de vista de la narración, desde los delirios del propio protagonista, repite en «El padre» (Florian Zeller, 2020), una desoladora crónica del día a día de un hombre que comienza a ver disuelta su memoria en el Alzheimer y que convierte la vida de su hija —y su pareja— en un auténtico e inevitable infierno. Un film con una envidiable riqueza de matices y una narración poliédrica que, inicialmente, desconcierta al espectador pero que, finalmente, le permite ingresar en la mente de su protagonista y compartir su angustia. Gran trabajo de Anthony Hopkins muy bien secundado por dos actrices tan sólidas como Olivia Colman y Olivia Williams.