A private war: los riesgos de contar la verdad

11 Jun A private war: los riesgos de contar la verdad

 

El cine siempre ha sentido la tentación de elegir personajes reales como protagonistas de sus historias de ficción, como si esa circunstancia otorgara más verosimilitud a lo que se nos está contando, cuando lo cierto es que se puede mentir tanto contando la «verdad» como inventándola.
A private war, distribuida en España como La corresponsal, pertenece a ese apartado de películas basadas en hechos reales y, aunque yo no la definiría como un biopic —no trata de abarcar toda la vida del personaje sino unos momentos muy concretos elegidos en función de la reflexión moral que se pretende—, presenta esas credenciales de autenticidad que le otorga su tristemente desaparecida protagonista, la cronista del británico Sunday Times, Marie Colvin, una arriesgada reportera a la que su profesión le dejó con un parche en un ojo y que nos contó lo que estaba sucediendo en esas modernas guerras que (aparentemente) suceden tan lejos de nuestras casas: Sri Lanka, Afganistán, Irak, Siria…


La película está estructurada en varias secuencias referidas a otros tantos conflictos bélicos en diversas partes del mundo y referenciadas temporalmente en relación al asedio a la ciudad siria de Homs en la que nuestra protagonista encontró la muerte en el año 2012, tras una dramática y temeraria transmisión en directo. Esto crea cierta sensación de reiteración, un poco más acusada por el escaso arco dramático que presenta el personaje, y la primera lectura, la del personaje y su profesión, aunque correcta y oportuna, no termina siendo lo más interesante de la película… por supuesto, haciendo un punto y aparte para el monumental trabajo de Rosamund Pike.


Lo más relevante de esta interesante película es, precisamente, el propio objeto del trabajo de nuestra protagonista, el revelarnos las incontables víctimas civiles de todos estos conflictos. Hombres, mujeres y niños atrapados en una espiral de violencia que ellos no han provocado y que escapa por completo a su control. Una violencia que primero destruye todo su mundo y después acaba cobrándose sus propias vidas. En este aspecto la película es impecable.

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