16 Sep Taller de escritura creativa 2016/2017
Hace poco más de un año, cuando recién acababa de dejar mi puesto de programador en el ayuntamiento de L’Eliana, tras doce años de un trabajo muy gratificante, recibí una propuesta de esas que no te esperas en absoluto. Hacerme cargo de un taller de escritura creativa dentro de los cursos programados por la Asociación Salamandra en la Escuela de Adultos de L’Eliana.
Se me dijo que heredaba un grupo que se había quedado un poco bloqueado al haberse jubilado su monitora. Conocía un poco el tema por otro conducto, precisamente desde mi puesto de programador, y lo que es más importante, conocía —y apreciaba— a la “jubilada” y estaba convencido de su capacidad y entrega a la causa de la escritura y la convivencia… aunque sospechaba que desde unos métodos muy distintos a los que yo podía poner en práctica. Si a eso le unimos que iba a ser el primer taller de escritura que iba a dar en mi vida, en realidad el primero de cualquier disciplina, pues la inquietud estaba servida. Situarse ante un grupo durante tres horas impone lo suyo, así que uno se lo debe pensar seriamente antes de aceptarlo.
Aunque yo, como siempre he sido poco devoto de tomar precauciones, no me lo pensé y acepté la propuesta. Ya lo he hecho otras veces en mi vida y nunca me he arrepentido. Esta vez menos que ninguna, porque la experiencia ha sido fantástica. Tenía razón en casi todo lo que había pensado, en que Amparo, la anterior monitora, había dejado una gran huella como maestra y como persona, en que mis maneras de enseñar iban a ser muy distintas, en que mantener el tipo durante tres horas es algo que te lo tienes que currar bastante… En todo menos en una cosa, no iba a situarme delante de ningún grupo, iba a estar con un estupendo puñado de personas —a muchas de ellas ya las conocía de la propia vida social del pueblo— compartiendo una pasión común: contar historias y transmitir emociones.
Me ha tocado currármelo, porque, aunque llevo muchos años escribiendo, viviendo incluso de la escritura en algunas etapas de mi vida, no es lo mismo hacerlo que contar cómo se hace. Eso me ha llevado su tiempo, pero también me ha valido para reflexionar sobre mi propio proceso de escritura. Como ven, todo han sido ventajas, así que este año repetimos, con algunos de los compañeros que ya estaban y espero que también con algunos nuevos.
Ahora el reto era encontrar un equilibrio entre los intereses de los que repiten y las exigencias de los nuevos. Volver a exponerlo todo sin que sea lo mismo. Esto me ha costado un poco más y la solución que, finalmente, he encontrado ha sido la de trabajar a partir del desarrollo de proyectos de cada uno de los participantes en el taller. Un relato corto, una novela, un guión, una pieza de teatro… A través de esa experiencia particular trataremos de llegar a lo general, a lo que sirve para todos. El objetivo será tanto hacer crecer un proyecto personal como descubrir unas herramientas de escritura que todos puedan llevarse en la mochila al final del curso.
No sé si lo vamos a conseguir, pero lo que es seguro es que vamos a intentarlo con toda nuestra fuerza e ilusión.
Foto portada: Inma Fernández
Pilar Descalza
Publicado a las 10:05h, 18 septiembreHa sido todo un disfrute haberte tenido como profesor.
Suerte en este nuevo curso y espero que nuestros caminos vuelvan a unirnos.
Un saludo.
Pepe del campo
Publicado a las 12:56h, 18 septiembreSi, Pedro ! recuerdo el año pasado cuando Reyes me dijo que alumnas – amigas le comentaron si nosotros conocíamos a alguien que pudiera llevar el taller de escritura en la Asociación SALAMANDRA…
Pensamos contigo y la decisión fue magnífica. El taller de escritura creativa enriquece con mucho el ideario de la asociación….
Decisión muy acertada amigo…