El cuento de los cuentos

23 Dic El cuento de los cuentos

Un sorprendente e inquietante producto fantástico que está inspirado en tres de los (cincuenta) cuentos que integran la obra del napolitano Giambattista Basile conocida indistintamente con este mismo título, Lo cunto de li cunti en su napolitano original, o como el Pentamerón, que fue publicada a mediados del siglo XVII, una vez fallecido su autor, y que constituye una de las primeras recopilaciones de narraciones orales conocidas, ejerciendo gran influencia en la obra posterior de cuentistas tan reconocidos como Perrault y los hermanos Grimm.

Tres episodios, situados en otros tantos “reinos lejanos” y apenas enlazados por la coincidencia irrelevante de sus protagonistas en algunos eventos sociales, como el entierro y la boda, que se desmarcan por completo de la tradición que la pantalla, en general y Disney en particular, ha adjudicado a este tipo de narraciones, ya que el aliento fantástico termina habitando los irreverentes laberintos del subconsciente y los territorios de la magia acaban estando sembrados por el horror.

Dos de estos episodios exploran las relaciones paterno filiales, uno con una madre y su hijo varón, y el otro con un padre y su hija casadera (este segundo con una derivación afectiva del monarca concretada en una pulga gigante), en ambos casos unas relaciones que están marcadas por un enfermizo deseo de posesión por parte de los progenitores que tendrá trágicas consecuencias. El tercero, y más terrible, indaga en los valores y mitos de la juventud, a través de la relación entre un libidinoso príncipe y una voz cuya capacidad de seducción no se corresponde con la edad física del cuerpo de su propietaria.

En todos los casos, unas historias que están narradas en ese estado salvaje asociado a lo primigenio, a la esencia de la fábula antes de que la civilización (o la industria) la contaminara. Una película situada, pues, completamente fuera de cualquier circuito emocional conocido del espectador. Muy recomendable.