Gatos de Estambul

27 Jul Gatos de Estambul

 

Recuerdo una historia que, cuando era pequeño, me contaba mi padre al respecto de perros y gatos. Más o menos venía a decir que, un buen día, se encontraban ambos animales mientras su amo les ponía la comida en un cuenco para cada uno. Al terminar de comerse su ración, el gato se dispuso a marcharse mientras que el perro se sentó tranquilamente al lado de su amo. «¿Por qué te quedas si ya has comido?», le preguntó extrañado el gato. A lo que el perro respondió: «Sí, pero mañana tendré que volver a comer.» Es una de esas historias que, sin saber muy bien la razón, se me han quedado en la memoria en tanto que muchas otras se han disuelto con el paso de los años.

POST 071.2
La moraleja, como vemos, es sencilla y señala al perro, el mejor amigo del hombre, como alguien de comportamiento más sensato y agradecido frente a la actitud desagradecida y poco previsora del gato. Durante mucho tiempo consideré que esta historieta reflejaba muy bien las relaciones entre el hombre y estos dos animales de compañía tan distintos entre sí. Sin embargo, en la actualidad tengo mis dudas acerca de su validez, ya que en mi propia casa tengo varios gatos —y cuando digo varios es porque son unos cuantos— que vienen a comer y se piran, y otros tantos que, aunque se quedan, como te acerques se alejan como si fueras a despellejarlos. Es evidente que a estos gatos no les hace falta hacer la pelota a los humanos como sugiere la historia de mi padre, ya que la comida la siguen teniendo garantizada sin tener que adoptar los hábitos de un perro.

POST 071.3
Cierto es que mi compañera es una consentidora pero dudo mucho que, si sólo dependiera de mí, mis gatos okupas se quedaran finalmente sin comer por su actitud tan poco agradecida. Igual perdían algún kilo, pero comer seguro que comían a pesar de sus desplantes y desprecios. Así que, al final, va a resultar que son más listos los gatos que los perros.

POST 071.4
Para comprobar lo despabilados que son estos bichos nada mejor que ver un bonito documental que acaba de estrenarse en las salas valencianas, en realidad en una sola sala, los Babel, Kedi (Gatos de Estambul), una simpática e insólita producción que tiene como protagonistas a estos felinos que campan a sus anchas por esta emblemática ciudad frontera entre Oriente y Occidente, tal como pudimos comprobar cuando la visitamos hace unos años, aunque en ese momento desconocíamos el alcance de esta simbiosis.

POST 071.5
Indagando en la personalidad de los gatos, que la tienen no les quepa duda, la película acaba encontrando un cierto pulso profundo de la ciudad y termina convirtiéndose en un espejo en el que contemplar algunos grandes conceptos de la vida que, muchas veces, parecen bastante más simples —aunque no por ello menos profundos— si adoptamos el interesado o desinteresado —resulta difícil de precisar— punto de vista de un gato.

POST 071.6

Tags:
No hay comentarios

Publica un comentario